A un viejo amigo
Recuerdo noches como esta,
donde te tuve entre mis brazos.
No más risas, no más anhelos, no más abrazos.
Decías que no pero si fue cierto que la distancia nos separó.
Lo dijiste?
Creí oírlo?
Fue cierto, sí.
No me inventé aquella tarde de Mayo,
dónde nuestros sueños caían en vano.
¿O tal vez fue de Abril?
Lo cierto es que destrozado no te vi.
Quise gritarte pero las palabras se me atragantaron.
A caso hace alguien algo así?
No se puede romper lo que en el viento perdura amigo mío.
Eso, sin males, te lo digo.
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