SWEET NOVEMBER
En la calle ya hace frío. Las hojas de los árboles, secas, caen. La ciudad se va tiñendo de tonos marrones y azules y el atardecer aparece más temprano. Ya no queda nada. El verano se ha esfumado. Ahora todo son recuerdos que puede que con el tiempo saquen una pequeña sonrisa en la cara de alguien. Aquel baño en la playa a la medianoche, los paseos en bicicleta con pantalones cortos donde siempre acababas cansado por pedalear teniendo a un copiloto detrás, a un pasajero... Se los ha llevado el viento y también el tiempo.
No es hora de recordar viejos momentos porque, ¿como vas a mirar hacia el futuro si todavía piensas en el pasado? Es hora de quedarse frente a la chimenea a observar como baila el fuego, salir de la ducha y no poder aguantar el frío, dar largas vueltas viendo como anochece en la ciudad y en como brillan las luces de los escaparates con la ropa de invierno.
Cada momento es único. No quieras corren en el tiempo porque el tiempo vale oro y tampoco pretendas dar marcha atrás.
Porque si tuviera que decirle algo a alguien se lo diria a Noviembre y le diria: Dame algo bonito para recordar.
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